Se que no soy buena poeta, pero esto es un capricho:
Una tarde soleada,
una mañana inspirada,
un atardecer radiante
y un amanecer penetrante.
El sol deslumbrando
la mirada
que va buscando
la luz eclipsada.
Rozar con los dedos
el rayo mimoso
que aterriza feroz
altanero u odioso.
¡Sol!
Gritan mis entrañas.
¡Luz!
Grita mi alma.